Una década más tardeTras pasar diez años dormitando en un cajón el logo AStyle empezó a circular por las calles de Milán. “No estaba planeado”, explica su creador con una sonrisa. “Empezó casi como una broma y fue así durante un par de años.” Luego, y de forma natural, el logo se convirtió en marca, con las primeras camisetas A-Style en 2002. “Cuando tuve que elegir cómo posicionar la marca, explica Burns, me decidí por el estilo y la calidad.” Además de la originalidad del producto y el logo, AStyle le debe gran parte de su éxito (ha triplicado su cifra de negocios en sólo tres años) a sus finas artimañas de comunicación. Si en sus inicios explotaron con maestría las posibilidades del street marketing, hoy encuentran en el deporte su gran un filón de visibilidad. El 22 de julio de 2004, Marco Bruns y su equipo se divirtieron pintando el logo de A-Style en uno de los tramos del Alpe d’Huez en el Tour. Al día siguiente, los periódicos de medio mundo sacaron la imagen de un implacable Lance Armstrong pedaleando justo encima de ese punto, y compartiendo el protagonismo de la instantánea con la marca italiana. Es el mejor ejemplo del guerrilla marketing. Así se denominan las técnicas encaminadas a cumplir objetivos de comunicación al mínimo coste posible, utilizando más el cerebro que el talonario.
Imparables
En 2006 A-Style ha actuado como principal esponsor en los circuitos de Moto GP de Assen (Holanda) y Motegi (Japón), con el rebelde logo centuplicado en curvas estratégicas, paddocks, e incluso coronando el trofeo. Pero ahí no acaba todo. La gran campanada de la marca en materia publicitaria se remonta a finales del año pasado al fichar a Leo Messi, el heredero de Maradona. Todo esto le ha servido a A-Style para abrirse camino en una moda elitista y casi inaccesible como la italiana. “Conectamos de forma natural con el consumidor, y eso nos ha permitido instalarnos en el mercado italiano y también en sus calles” "
No hay comentarios:
Publicar un comentario